¿Cómo es nuestra relación con los demás animales?
Con esta
pregunta, nuestra compañera Teresa nos hacía reflexionar ayer en nuestro acto
en
La Botica del Bosque sobre la forma en que el ser humano trata a los demás
animales. Y llegamos a la conclusión de que
nuestra relación con otros animales que no son de nuestra especia está basada
en la explotación, la esclavitud y la cosificación, con el único objetivo de
obtener un beneficio económico de ellos.
Así, cuando no consideramos a los demás animales como seres
que merecen nuestro respeto, se dan las situaciones de abuso que a diario
sufren millones de seres sintientes en
el planeta. Y es aquí donde radican nuestras reivindicaciones como colectivo,
en la capacidad de sentir. Todo ser que siente tiene la capacidad de
experimentar dolor, placer, alegría, estrés. Tiene sus intereses particulares,
que no son otros que poder vivir su vida en las mejores condiciones posibles.
Por este motivo, por la capacidad de sentir, los animales merecen nuestro
respeto. El respeto a sus vidas.
Como explicó Teresa, desde Coveja, así como desde otros
muchos colectivos, no reivindicamos que los animales explotados vivan en
mejores condiciones y mueran con menos sufrimiento, sino que no sean
esclavizados ni asesinados. Simplemente, porque no tenemos derecho, y porque no
es necesario. Luchamos por la abolición de la esclavitud y el sacrificio
animal.
Tras hacer un repaso por las diversas formas de explotación
del ser humano hacia el resto de animales (alimentación, vestimenta, ocio,
transporte, experimentación), Teresa explicó que nos íbamos a centrar en el
ámbito de la alimentación en la charla de ayer, por ser este el más
representativo, dada la cantidad de muertes y de sufrimiento que ocasiona.
En nuestra sociedad especista, hemos sido educados para
comernos a otros animales sin cuestionarnos nada más al respecto. Nos han
enseñado a diferenciar a los animales que son mascotas, de los que son
alimento, de los que son para divertirse, etc. Pero todos ellos quieren
disfrutar de sus vidas libremente y merecen el mismo respeto.
En el contexto de la alimentación, Teresa nos habló de las
características de las vacas, los cerdos, los pollos, los peces, los conejos,
los patos o los pavos. Uno por uno, nos hizo un repaso sobre su carácter social,
su inteligencia, sus gustos y preferencias (tomar el sol, darse baños de arena,
rodearse de sus familiares, zambullirse en el agua, recibir caricias, etc.)Y a
continuación nos explicó brevemente las condiciones en las que malviven y son
sacrificados en la industria alimentaria, una gran cadena que no puede parar, y
en la que poco importa si los animales sufren estrés, heridas, lesiones o si algún
individuo no ha sido convenientemente aturdido antes del sacrificio.
Para terminar, Teresa nos animó a buscar y contrastar información para conocer la realidad y poder
tomar una decisión responsable sobre nuestra participación en este engranaje de
explotación, esclavitud y muerte.
También nos habló de cómo, una vez que tomamos nuestra decisión
individual, podemos expandir el mensaje y seguir trabajando por los animales en
distintas organizaciones y realizando diversas actividades. Por ejemplo, nos
explicó en qué consisten los santuarios de animales, lugares en los que se
acoge y cuida a animales procedentes del abandono, la esclavitud y la
explotación, y que cumplen una doble función; con los animales rescatados, para
que vivan unas vidas felices el resto de sus días, y con la sociedad, para
concienciar y fomentar el veganismo.
En esta ocasión, la recaudación de donativos irá destinada
al santuario León Vegano, que trabaja desde 2013 por el bienestar y el respeto
hacia todos los animales.
Puedes conocer cuál es su misión, y las historias de sus
habitantes, en su web y su página de Facebook:
Después de la charla, seguimos dialogando mientras degustábamos
riquísimos platos elaborados por los miembros del colectivo como taboulé,
chorivegano, salchichas, tostas de pisto, patatas en salsa, canapés de crema de
queso y guacamole, champiñones al ajillo, sobrasada, tortilla de patatas, hummus,
gominolas y pastel de chocolate.
Desde COVEJA queremos agradecer una vez más a La Botica del
Bosque su generosidad por cedernos sus instalaciones y acogernos siempre así de
bien. Y gracias también a todas las personas que pasasteis a compartir con
nosotros la tarde.
Nos vemos en la próxima.